La portada de la revista OCU, dirigida por el señor García de Pablos, fue comprada por una organización de los países bajos y convertida en edocusa, en realidad son una revista – empresa, un “modelo” de asociación ciudadana de personas consumidoras, impropia de España, no cuenta con estructura territorial real, sino abogados seleccionados, los socios son captados mayoritariamente por unas inversiones en publicidad y marketing impropias de una entidad sin fin de lucro, su funcionamiento estatutario es nulo.
Su popularidad está basada en estudios e informes muchas veces de dudosa credibilidad, son más de una las empresas que han pedido a gritos, ayuda ante la injusticia de ciertas informaciones que les producía perjuicio sin saber por qué.
Los medios le toman de referencia por esa inversión tan enorme en publicidad y le han regalado el rol de fuente de información, con estudios propios de una revista que maneja mucho dinero e impropio de una asociación de consumidores, incapaz de realizar esa inversión, apenas subsiste y a duras penas.
Imaginemos que una revista nacional de fuerte inversión publicitaria y edición, convirtiera a sus suscriptores en socios, cosa que algunos medios digitales ya hacen, cosa distinta es que esos suscriptores lo sean de una revista que dice ser una asociación de consumidores.
Esto es más grave y más cartón piedra, pero con mucho dinero.
No todas las asociaciones de consumidores somos iguales
El escándalo reciente sobre ocu, obliga a UCEspaña a salir en diferenciación entre asociaciones de consumidores propiamente dicha y ocu.
0 comentarios